El segundo volumen de su preciada colección incluía todas y cada una de las canciones que compuso para mí.
Las tocaba sutilmente ante su esposa. Las gritaba brutalmente entre mis piernas.de verdad. Me decía sollozando cada tarde al despedirse.
El pecado no es pecado si uno siente Sucumbiendo besos imposibles y caricias mentirosas, su presencia ilusionaba mi cerrado corazón.
de renombre y alta cuna lo apodaron.
Era astuto. Guapo y bueno. Noble, rico y generoso. Pasearse por mi cama lo inspiraba y encumbró. Compositor RELATOS Presentados a Concurso
Comentarios
Publicar un comentario