Lo que me pasa contigo. Gafas Redondas

Hoy las musas tienen gripe. Dicen que no salen al balcón. Llevo horas llamándolas mandolina en mano y entonando mi mejor repertorio.

Creo que están de huelga. Y la culpa es toda tuya.

Sí. Ya lo sé que es de cobardes no reconocer los propios errores. Pero dime donde está mi error. Con lo mucho que te quiero. Si eres tú el que me ha dejado. El que ha soltado mi mano, llena de esperanza que cubre el mundo que he construido a nuestro alrededor.

Una musa se asoma, tiene el pelo largo y rubio, los ojos verdes y las mejillas coloradas. Me pega un grito. Me pide que me vaya. No piensan salir. Están de huelga y hoy es domingo.

La plaza Mayor de Madrid huele a calamares y tinto de verano. Me siento y observo el gentío y me siento muy sola sin ti.

¿Qué le has hecho a mis cimientos que ahora están llenos de grietas que huelen a tu pelo?

No me parece justo. ¿Y sabes qué es lo qué más me duele? Que de nuevo a alguien ajeno a mí, en este caso en ti, he volcado mi amor propio. He buscado en tus ojos mi belleza, en tu aprobación la mía y en tu sonrisa mi alegría.

Te he entregado todo. Aun sabiendo que apostaba al caballo perdedor.

En la noche oscura porque falta tu luz me planteo, tras tantos días sin tu abrigo, sino será mejor encender mi propia bombilla interior y empezar a brillar yo solita.


Hace tanto tiempo que no me amo sino es a través de alguien que creo que nunca he aprendido ha hacerlo de verdad.

Primero mis padres, si ellos me aprueban, yo me apruebo. Los maestros. Los jefes. Y ahora tú. Tras tantos novios, ahora tú. Amante mío de mis secretos y mis sueños.

Quizá es hora. 

Reflexiono y llego , en esta plaza mayor en la que se hace de noche y empieza la música de los locos nocturnos, a la conclusión, de que todo pasa por algo, y tú pasas por todo.

Por todo lo que me debo. Por lo mucho que yo no me quiero. Por que estoy aprendiendo a correr sin ruedines traseros y porque ha llegado la hora de ser completa sin ti.

Me conformo. Me convenzo. Lo acepto y me miro en el espejo de un escaparate mientras coloco mi pelo tras la oreja.

Se detiene el mundo cuando observo mi reflejo.

Me veo bonita y serena. 

En mi cuello veo el recuerdo de tu boca. En mis ojos tu nombre y mi obsesión... y vuelvo al espiral que nubla mi mente y me lleva a un camino directo a ti.


Me pregunto de nuevo, presa de esta ansiedad que me asalta otra vez, qué narices me pasa contigo.. porqué tanto revuelo por ti en mi interior.

Lo que me pasa contigo..

Que mi ombligo tiembla ante tu aliento. Mi cerebro está poblado de tu aroma. Mis acuarelas dibujan tus ojos y yo solo pienso en ti.

Lo que me pasa contigo es que te quiero. Es que me he vuelto completamente loca por la caída de tus gafas redondas al mirarme en tu despacho.

Es que no soporto tu perfección, tu seriedad y tu voz porque estallan mi locura.

Lo que me pasa contigo es que no resisto el que la quieras a ella y a mi no. Que me huyas la mirada y me ames en los rincones. Que me beses si no miran y me ignores ante todos.

Lo que me pasa contigo es que no puedo con las palabras de amor que me susurras bajo la manta de nuestra cama. Con el cómo me miras con la pasión que sé que nunca habías mirado. 

Con el cómo me haces en secreto y despacito el amor.

Lo que me pasa contigo es que sé que me quieres. Pero no te quieres enterar. 
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