Me quedé dormida en ti y no quiero despertar.
Arroparme en tu calor. En tu olor. En el sonido del latido de tu corazón, es la
mejor de las opciones. Seguir acurrucada y sentir como velas mi sueño mientras
sueño contigo. El mundo mágico que tu lecho, ahora mío, me inventa, me devuelve
y da la vida. Revolotean las mariposas en el aire que respiro mientras te
advino un beso lleno de pecado y dulzura. Eres mío. Sólo mío. Aunque la ames a
ella ante todos. Aunque la ancles en tu brazo en los paseos ante el falso
público que finge creeros. Aunque el
moreno de tu pelo solo sea un recuerdo borroso en las tardes de domingo que no
me regalas.
Pienso en ti y me palpita el corazón. Me siento tan sumamente absurda y feliz que no quiero bajar de esta nube de algodón en la que nuestra loca mentira me ha hecho subir.
A mi edad.. tras tanto.
Llegas tú y pones patas arriba todo , desarmando mi cordura y dando sentido a lo que ya no lo tenía.
¿Dónde estabas moreno mío?
Me da igual. Pero no regreses. Quédate conmigo. Regalándome la luna en cada mirada. Sonriéndome solo a mi. Susurrándome al oído palabras bonitas. Haciéndome tuya en cada gemido de amor, pasión y locura.
Me da igual. Pero no regreses. Quédate conmigo. Regalándome la luna en cada mirada. Sonriéndome solo a mi. Susurrándome al oído palabras bonitas. Haciéndome tuya en cada gemido de amor, pasión y locura.