Te invento a ti.
Me reinvento a mí misma,
y en este vaivén de palabras, de recuerdos y de sueños,
te dibujo
de colores como un príncipe sin sapo y de tu boca sale un beso que se choca con
mi ombligo.
Y te pienso,
y te cuento cuentos de esos solo nuestros con
olor a palomitas y música de Nina Simone.
Y tú, sonriente y serio como nunca y
como siempre,
me miras por encima de tus gafas redondas y esbozas una sonrisa
en la que cabe todo mi mundo