Hoy que tengo hambre el bocata sabe raro. ¿Será porque lo han aderezado con tu nombre?
¿Será que el viento huele a ti?
El silencio de tu marcha es tan sumamente oscuro que ni el más fuerte de los gritos llena el frío de tu adiós.
¿Qué tiene ella que no tenga yo?
¿Qué tengo yo que no tiene ella?
Y así, entro en bucle hasta lo absurdo evocando tu sonrisa, torturando mi cordura hasta desvanecer en esta cama vacía sin ti.